Este año siguiendo el plan
pastoral vamos a trabajar la idea de la fecundidad. Dios espera de nuestra vida que sea fecunda.
Para ello nos ayudarán dos
imágenes: la del regalo y la del fruto.
La navidad es un tiempo en que
todos regalan. Todos aquellos personajes que se acercan al portal ofrecen algo: los pastores, los magos, los ángeles... El mismo Dios nos regala. El regalo más grande que hemos recibido es Jesús. Ante tanta generosidad, durante este adviento, yo me pregunto: Y yo ¿qué le
voy a regalar? ¿Qué fruto da mi vida?
Tanto el fruto como el regalo no
son dos cosas inmediatas. Para poder tener fruto hay que preparar la tierra. Lo
mismo el regalo. Para hacer un buen regalo he de pensar primero en el
destinatario, en sus gustos, etc… Esa generosidad y gratitud es la que hace
grande mi vida.
El Adviento es ese tiempo en el
que nos preparamos para recibir el gran regalo que es Jesús, el fruto bendito
del vientre de María y para regalar.
Dios regala y ¿yo?
Este año nuestro belén está cargado de frutos: todos los que formamos parte del colegio hemos puesto a sus pies nuestros frutos. Así, con las manos cargadas de fruto, esperamos a Jesús ¡Fruto bendito del vientre de María!
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