Con el miércoles de Ceniza comenzamos el tiempo santo de la Cuaresma. Un tiempo en el que nos ponemos en camino para subir al monte Calvario y contemplar allí en misterio del amor de Dios. Este año el lema de este tiempo litúrgico es "Yo soy la luz del Mundo" (Jn 8, 12). Jesús con su muerte y resurrección nos purifica e ilumina.
Estamos en el año de la Misericordia y queremos que esta nos ayude a caminar. El muro de nuestros egoísmos se rompen a base de obras de misericordia que hacen que Jesús pueda resplandecer con su luz.
A María encomendamos este tiempo especial de Gracia. ¡Buen camino cuaresmal!
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